¿Qué es la reprogramación de centralitas?

La reprogramación de centralitas, también conocida como chip tuning, consiste en la modificación de los parámetros de fábrica que trae la centralita del vehículo (ECU), sustituyéndolos por unos nuevos, que permitan aprovechar los márgenes de tolerancia que tiene el motor del vehículo, sin dañar ni provocar un mayor desgaste de sus componentes.

Con estas modificaciones lo que se consigue es aumentar el par de potencia del motor, consiguiendo con ello unas mayores prestaciones o, incluso, menores consumos al hacer que el motor trabaje con más potencia a menores revoluciones.

¿Por que se pueden conseguir estas mejoras en los vehículos?

Los fabricantes de vehículos desarrollan y montan para un mundo globalizado, en el que las especificaciones de los combustibles, las legislaciones y las condiciones climatológicas con diferentes, por ello lo hacen con unos importantes márgenes de tolerancia en sus motores.

Para dar a cada motor su configuración óptima, gracias a la electrónica, introducen configuraciones en la centralita (ECU) del vehículo, para gestionar los criterios de funcionamiento del motor como la cantidad de combustible ideal, el momento de inyección adecuado y la presión de admisión óptima. Estos parámetros son los que se pueden variar con la reprogramación y con ello ganar en prestaciones del vehículo o en consumos menores.

¿Puede se malo para el vehículo la reprogramación de la centralita?

Gracias a los desarrollos de la empresa DIMSPORTS, con la que trabajamos, las configuraciones que se introducen en cada uno de los vehículos, son totalmente fiables y están desarrolladas por expertos y testeadas, para que no haya riesgo de ningún tipo, que suponga un mayor desgaste o fiabilidad del motor.

¿Es reversible la reprogramación?

Sí, lo es en cualquier momento, ya que con la primera lectura se guarda la configuración del fabricante, pudiendo volver a introducirla en cualquier momento.     

¿Es legal realizar las reprogramaciones?

Las reprogramaciones tienen que ser realizadas por verdaderos expertos, ya que una mala reprogramación puede conllevar el aumento de emisiones y que, por lo tanto, no pasemos la ITV del vehículo.

En cualquier caso, cualquier variación superior al 10% en el vehículo, deber ser comunicada y ser homologada por la ITV.